Acerca de ICI

Hace varios años que somos profesores en la Universidad, pero cuando éramos estudiantes a mediados de la década de 1990, nuestros profesores nos explicaban los cambios substanciales que habían acontecido en el sistema productivo de los países industrializados desde fines de la década de 1970, cómo ello había impactado fuertemente en el volumen y la composición del comercio internacional y, al mismo tiempo, cómo ese cambio había influido fuertemente en el crecimiento y desarrollo económico de esos países. Esa situación se había replicado una década más adelante en los llamados “Tigres Asiáticos” con resultados en parte bastante similares, aunque cuando ese proceso se desarrolló en América Latina el cambio del sistema productivo en gran medida no se concretó con éxito, y los resultados fueron lo suficientemente malos como para generar un gran desencanto tanto desde lo económico como desde lo político y social.

Los siguientes veinte años pudimos estudiar y aprender las lecciones de ese fracaso relativo, al tiempo que fuimos testigos del gran avance en el bienestar económico de aquellos países que sí habían logrado subirse a lo que finalmente se llamó la “Tercera Revolución Industrial”, que consistió a muy grandes rasgos en la aplicación combinada de las formas postfordistas de producción, la liberalización de la economía y principalmente del comercio internacional, la aplicación de la política comercial estratégica centrada en el aumento del gasto en Investigación y Desarrollo (I+D), el fortalecimiento y perfeccionamiento de los Sistemas Nacionales de Innovación (SIN) y la atracción de la Inversión Extranjera Directa (IED) en industrias estratégicas.

Lo maravilloso de estudiar el comercio internacional en esos años residía en que estábamos inmersos en el mismo proceso que estudiábamos. Podíamos palpar claramente lo que sucedía y, lamentablemente, hacia dónde nos dirigíamos… pero lo usamos como ventaja estratégica: salimos de la Universidad al sistema productivo con una idea bastante clara de cómo trabajar en la inserción internacional de las empresas y muchos colegas hoy son exitosos directivos en compañías de diferentes tamaños y sectores productivos.

La ventaja de estudiar comercio internacional hace treinta años fue estar justo posicionados en la ola para poder surfearla. Nuestros alumnos preguntan entonces ¿por qué estudiar el comercio internacional hoy? Bueno, es que estamos exactamente en la misma situación. Nos encontramos frente a un cambio radical en el sistema productivo mundial, lo que llamamos “Cuarta Revolución Industrial”. Los países industrializados de siempre y los nuevos países industrializados están implementando velozmente las nuevas tecnologías a sus sistemas productivos, lo que traerá sin dudas nuevos cambios en los patrones de intercambio global que dejarán sus efectos en el crecimiento y desarrollo económico de los países… y de las personas. Varios ya han comenzado a remar la ola que se está formando: ¡es tiempo de prepararse para surfear nuevamente! y sinceramente esperamos que todo nuestro trabajo en aula te sirva para estar preparado para esta nueva ola.

Profesores Germán Reynolds y Germán Leva

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